Las acciones del movimiento no se dirigen contra ningún grupo religioso, étnico, nacional o lingüístico concreto, sino contra unas políticas gubernamentales que son contrarias al Derecho Internacional, como son la colonización, el apartheid y la limpieza étnica. La mejor prueba de ello es el apoyo creciente que el BDS recibe entre judíos de todo el mundoLos abajo firmantes somos grupos de la sociedad civil que, desde diversos puntos del Estado español, promovemos el Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) al Estado de Israel. Hemos creído oportuno responder al
artículo publicado el 31/03/11 en este periódico donde varios ciudadanos vascos, catalanes y gallegos mostraban su oposición al movimiento internacional por el BDS. Creemos que en el mencionado artículo se distorsionan tanto los valores como los objetivos del BDS, y nos vemos por tanto en la obligación de explicarlos a los firmantes de la carta y al conjunto de la ciudadanía.
En primer lugar queremos dejar claro que el BDS es una estrategia no-violenta que no se dirige a las ciudadanas y ciudadanos israelíes, sino a las instituciones israelíes que promueven la violación sistemática de los derechos fundamentales del pueblo palestino. También se dirige a todas las organizaciones internacionales (empresas, universidades, sindicatos, etc.) que se benefician de la ocupación israelí o son cómplices de ésta.
El BDS no es una estrategia racista que busque "reavivar el odio contra los judíos". Las acciones del movimiento no se dirigen contra ningún grupo religioso, étnico, nacional o lingüístico concreto, sino contra unas políticas gubernamentales que son contrarias al Derecho Internacional, como son la colonización, el apartheid y la limpieza étnica. La mejor prueba de ello es el apoyo creciente que el BDS recibe entre judíos de todo el mundo, como son la periodista canadiense Naomi Klein, el historiador israelí Ilan Pappe, o la filósofa estadounidense Judith Butler. También recibe el apoyo de organizaciones como
Jewish Voice for Peace (Estados Unidos), la Coalición de Mujeres por la Paz (Israel) y el grupo israelí que promueve el BDS, llamado
"Boicot desde dentro". Condenamos la utilización sistemática del antisemitismo contra toda persona u organización que critica las políticas de Israel.
El movimiento internacional por el BDS no se posiciona sobre la conveniencia de la fórmula de los "dos Estados". Lo que nos orienta son los Derechos Humanos y el Derecho Internacional.
Tal como explica el llamado que en 2005 hicieron más de 170 organizaciones de la sociedad civil palestina, el objetivo del BDS es mantener la presión sobre Israel hasta que éste reconozca los tres derechos fundamentales del pueblo palestino:
El fin de la ocupación y la colonización de todas las tierras árabes y el desmantelamiento del Muro
El reconocimiento del derecho fundamental de los ciudadanos árabe-palestinos de Israel a la igualdad completa
La implementación del derecho al retorno de los refugiados palestinos, tal como estipula la resolución 194 de la ONU
Como se puede ver, el llamado que inspira el movimiento internacional por el BDS sólo exige el cumplimiento del Derecho Internacional y el respeto a los derechos del pueblo palestino y en ningún caso habla de la "destrucción de Israel como solución final". Nosotros también defendemos el derecho a la autodeterminación de los pueblos, tal como contempla el Derecho Internacional.
Sobre la "infame comparación" que hace el movimiento por el BDS entre el régimen israelí y el régimen de apartheid de la antigua Sudáfrica, debemos decir que ésta tiene un
sólido fundamento jurídico en base a lo que el Derecho Internacional tipifica como "crimen de apartheid"5. Hay que decir que la definición del régimen israelí como régimen de apartheid también la ha hecho el ex-presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, así como muchos sudafricanos que sufrieron aquel régimen racista, entre ellos el premio Nobel de la Paz Desmond Tutu. La campaña de boicot, desinversiones y sanciones que durante tres décadas se aplicó con éxito al régimen de apartheid sudafricano es sin duda una fuente de inspiración para nuestro movimiento.
La estrategia del BDS nace de la constatación de que el diálogo y la negociación, desde la firma de los acuerdos de Oslo en 1993, no han llevado al reconocimiento de los derechos fundamentales del pueblo palestino. El diálogo es la opción más deseable para la resolución de un conflicto, pero la incapacidad de la comunidad internacional, la falta de voluntad israelí y la debilidad palestina han llevado una negociación tras otra al fracaso. En este contexto, el BDS es la estrategia más eficaz con la que contamos las personas que deseamos una paz justa en Israel/Palestina, donde los derechos de los dos pueblos que allí viven sean respetados por igual.
Firman este artículo:
Grup BDS Catalunya
BDS Mallorca
BDS Euskal Herria
BDS Madrid
BDS Galiza
Plataforma para el Boicot Académico a Israel (PBAI)
Comissió Universitària Catalana per Palestina (CUNCAP)
Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP)
Associació Catalana de Jueus i Palestins - JUNTS